Ginebra francesa destilada con 19 botánicos, como resultado es delicada y con una fragancia a flores frescas: jazmín, madreselva y canela. Después de unos momentos, es más fuerte, y con más aromas herbáceos de anís, granos del paraíso y canela.
El aroma apetitoso es una reminiscencia de los jardines en primavera. En el paladar, el enebro da paso a un fragante complejidad voluptuosa de flores frescas, que conduce a un elegante, redondo y muy refinado acabado.